Desde diversos puntos del país, el Departamento de Investigaciones Sismológicas del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) realiza estudios, observándose variaciones y hasta se habla de “amenaza sísmica”. Al respecto dialogó con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, Gerardo Sánchez, doctor en geofísica, jefe del organismo nacional.
En cuanto a las variaciones que han detectado, Sánchez señaló que desde el lado de amenaza sísmica “a medida que pasa el tiempo se observan diferencias, es decir, el mapa de amenaza sísmica que se hace hoy es distinto al mapa de zonificación sísmica que se hizo hace un tiempo atrás, como noviembre del año pasado que salió publicado en los medios en mayo de este año, y si se hiciera un mapa de amenaza sísmica dentro de diez años, también se tendrían leves diferencias y eso es porque a medida que pasa el tiempo se tiene más información tecnológica, aparecen sismos que no estaban registrados, por ejemplo el terremoto de San Juan de 2020-2021, o puede ser lo mismo para Salta, Santiago del Estero, ya que aparece nueva información geológica sobre fallas mapeadas en su superficie, se desarrollan nuevos programas para cálculos de amenaza, entonces con el tiempo hay variaciones pero a medida que pasa el tiempo esas variaciones son cada vez menores, es decir, se trata siempre de llegar a lo más próximo a la realidad que podamos estar”.
El profesional destacó que para prevenir cualquier problema de la manera más particular, lo ideal es hacerlo siempre a través de fuentes certificadas y oficiales. “Es para saber cómo actuar, información que está en el manual de prevención sísmica que está disponible en PDF en la página web del INPRES (cualquier persona lo puede descargar), mantenerse informado y sobre todo, a medida que las personas trabajan o están en sus casas, tratar de conocer si los edificios que frecuentan son sismo-resistentes, es decir, si han sido avalados como corresponde”, dijo y añadió que “previo a un sismo lo mejor es estar informado”.
Durante un sismo pueden presentarse dos escenarios, dependiendo de si la construcción es o no sismo-resistente. De serlo, lo que deben hacer las personas es respirar para conservar la calma; luego resguardarlo debajo de mesa o escritorio que no sea de vidrio (no marcos de puertas); esperar que pase el temblor. Se recomienda cerrar válvulas de gas y cortar llaves térmicas. No es necesario dejar el edificio porque no colapsará. En caso de no ser una construcción sismo-resistente, se debe mantener la calma, hay que resguardarse bajo mesa pero luego, hay que dejar el lugar con rapidez tras apagar llaves térmicas y cerrar válvulas gaseosas.
Sánchez remarcó que “siempre conviene mantenerse informado, ya que puede haber réplicas, evitando además cualquier tipo de caída de objetos que puedan generar lesiones”.
