Pablo Asens destacó los vinos sanrafaelinos: “Nos hace falta armar una estrategia para promocionar nuestros productos y que tengan el lugar que les corresponde”

A propósito del cierre de la campaña de la cosecha 2024, para conocer el destino de la uva y sobre el balance con respecto a años anteriores, Diario San Rafael y FM Vos 94.5 entrevistaron al sanrafaelino Pablo Asens, vicepresidente segundo de COVIAR.
El referente del sector aseguró que durante esta temporada la producción total del país superó las expectativas, pero que en San Rafael no se alcanzó la media.
«Lo más importante es que el pronóstico que dio el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) fue superado. El Instituto estimó una cosecha de 18 millones de quintales (1800 millones de kilos), pero finalmente la vendimia arrojó 19 millones de quintales en todo el país. En San Rafael se obtuvieron cerca de 50 millones de kilos, lo cual representa el 2,5% de la producción nacional. Es un dato que nos preocupa porque históricamente teníamos el 4% de la producción total. En los últimos 10 años el promedio del departamento fue de 3,5%. En la región estamos perdiendo capacidad productiva», aseguró al inicio de la conversación Pablo Asens.
«Aunque ha sido un año en el que tenemos más uva de lo pronosticado, el acuerdo entre Mendoza y San Juan que estableció un 17% de obligatoriedad para hacer mosto nos va a permitir no tener sobrestock vínico en los próximos 12 meses. Con esta medida se logra que no caiga el precio del vino de traslado (tinto genérico)», amplió la información.
Luego, indicó cuáles son los factores que incidieron en la merma productiva de San Rafael. «Todavía el sector acusa los golpes de la helada del 2022. Esa contingencia climática afectó a muchas fincas, las cuales aún no lograron recuperar la productividad. Muchas de ellas se perdieron para siempre, hubo algunas que directamente se secaron. A esto se le suma un problema estructural, hace mucho tiempo que nos viene perjudicando la falta de agua para regar apropiadamente. Por otra parte, San Rafael tiene el promedio de productividad por hectárea más bajo de la Argentina de los últimos 20 años. Con ese promedio no hay manera de que una finca sea rentable», fundamentó Asens.
En esa línea, confirmó que el sector no atraviesa su mejor momento desde hace años. «Es una industria que no ha logrado sostener el consumo per cápita, esto ha hecho que se hayan perdido mercados y bodegas. Por todos estos factores, el precio tiende a la baja. El valor de la uva es lo que siempre impulsamos en beneficio de los productores. San Rafael en los años 70 tenía 44 mil hectáreas y el último registró que data de cinco años atrás marcó unas 2600 y nada más», dijo el vicepresidente segundo de COVIAR.
Asimismo, expresó que en los últimos tiempos se acrecentaron las asimetrías entre las diferentes zonas productivas como Valle de Uco y el sur provincial. «San Rafael se quedó con una imagen vitivinícola muy por debajo de la media de los oasis productivos del país. Nuestros productos son subvalorados con respectos a las otras zonas productivas. Hasta los años 70 hubo una etapa de esplendor, la caída comenzó en los 80. A fines de 1990 y principios del 2000 surgió Valle de Uco, que nos terminó por arrasar. Valle de Uco se desarrolló a través de su imagen y un grupo de grandes bodegas que hoy venden un producto con valor agregado. Se puso de moda. Alegan que tienen los mejores vinos del país, pero la realidad es que no existen mejores vinos, sino que son todos distintos. Nos hace falta armar una estrategia para promocionar nuestros productos y que tengan el lugar que les corresponde», enfatizó.
“Trabajamos sobre esto con la Cámara de Comercio de San Rafael desde el 2009. Aunque seguimos determinando acciones conjuntas, hasta ahora no tuvimos suerte. Hay que trabajar más sobre el enoturismo para promocionar a San Rafael como destino. La realidad es que nuestro departamento tiene muy buenos vinos. Lo que falta es el reconocimiento masivo del consumidor», añadió.
Sobre el final de la nota, se mostró satisfecho sobre el precio que alcanzó la uva esta temporada. «Solicitamos que se pague cerca de un 120% más que el año pasado y esto creo que se ha cumplido. Pienso que ante el temor de un sobrestock pudimos haber tenido un precio más bajo. Por suerte, las bodegas supieron entender que no se podía pagar menos que ese porcentaje. Si bien ese número no llega a alcanzar los altos costos que tenemos por los índices inflacionarios, por lo menos hubo un acomodamiento en el precio bastante importante», concluyó.