Desde diferentes consultoras, vienen apuntando que, en función del movimiento de precios, la inflación de enero sería superior a la de diciembre. Desde Fm Vos (94.5) y Diario San Rafael, consultamos a la economista Natalia Motyl para conocer su opinión. “Muy probablemente la inflación de enero cierre por arriba del 5%. Enero en general es un mes en el cual hay una mayor demanda estacional de pesos por aguinaldos y vacaciones. La gente se deshace más rápido de los pesos, entonces la inflación tiende a morigerar los aumentos en el mes de enero. Sin embargo, pasó lo contrario, se profundizó la caída de demanda del dinero y la gente terminó volcándose a un sustituto, que en este caso es el dólar. Sabemos que a medida que la brecha entre el dólar oficial y el blue comienza a ampliarse los precios de la economía comienzan a responder a lo que es el mercado paralelo, y no al oficial. Esto se termina reflejando luego en incremento de precios. Más allá de esto, lo cierto es que el índice de inflación que elabora el Indec no refleja muy bien la inflación real, porque hay alrededor de mil novecientos productos que se encuentran controlados; por lo tanto es bastante mentiroso ese número porque en parte refleja que el año pasado la inflación terminó dando números a la baja, por debajo de las proyecciones oficiales de las consultoras y el índice anual no terminó cerrando en un 100%, pero sí en un 94.8%; por lo tanto son números que hay que tomar con pinzas porque hay un montón de precios regulados”.
El gobierno aparentemente apunta a prolongar el programa de precios justos, porque ya comenzaron las negociaciones con las empresas para bajar un poco el techo del 4% que se acordó en noviembre. Motyl opina que “la verdad que los precios justos suenan muy lindo porque desvían el foco de atención en la discusión y responsabilizan a los que, entre comillas, son los formadores de precios. La realidad es quien emite es el gobierno y el que termina corroyendo en valor de la moneda, y que hoy tengamos una inflación que puede llegar a fin de año a los tres dígitos. Lo cierto es que cuando revisamos la historia, siempre que se implementa un control de precios, más allá de que por algunos meses la inflación de a la baja, en los meses posteriores los números se terminan ajustando y reflejando la realidad, entonces no es una solución al problema. El control de precios genera además otro problema, que es la escasez porque se producen faltantes de productos básicos. Siempre que se establecen precios por debajo del equilibrio hay más gente dispuesta a consumir estos bienes, y ofertantes a ofertar menor cantidad de productos a ese precio, y se genera escasez. Hoy hay muchos supermercados en los cuales no se puede acceder a los precios justos, porque no hay abastecimiento. El gobierno sale a controlar y genera más gasto público. Esto se hace insostenible y lo que hay que hacer es atacar el problema de fondo, que es la emisión monetaria. Por otra parte, ha sido un error la recompra de deuda que no fue bastante limpia, y se gastaron dólares. Las reservas que tienen el banco central es el poder de fuego que posee para hacer frente a una corrida cambiaria, es el único respaldo que tiene el peso. Hoy esas reservas están alrededor de los mil millones de dólares y hay mayor incertidumbre”.