Poliladrones: desconcierto y malestar tras la comunicación de uno de los acusados con el testigo de identidad reservada

La investigación por el asalto a una familia de Las Paredes, hecho por el que está imputado un policía a quien se le dictó la prisión preventiva el pasado viernes, contiene tintes oscuros y llamativas maniobras que se han transformado en obstáculos en el camino investigativo por el que intenta avanzar el fiscal Javier Giaroli.
La presencia del policía Jonathan Osorio entre los acusados de cometer un violento asalto contra una familia en calle Ortubia, hizo que surgieran llamativos sucesos en medio de la instrucción, tal como detallamos en la nota de portada de la edición del domingo.
Entre esos aspectos sugestivos, uno de los que más se destaca es un llamado que el jueves pasado recibió un testigo de identidad reservada que tiene la causa, clave para el esclarecimiento del caso. La gravedad del asunto es que esa comunicación la realizó César Noel Sosa, alias Timón, uno de los imputados por Giaroli.
Pasando en limpio, “Timón” Sosa, acusado del asalto contra la familia de calle Ortubia, logró obtener el número de teléfono del testigo de identidad reservada, cuyos datos ni siquiera los tienen las partes que intervienen en el proceso, como por ejemplo la defensa de los acusados.
Lo anterior ha calado hondo en los altos estándares judiciales y del propio Ministerio de Seguridad, ya que claramente se vulneró un sistema que debería ser infranqueable. En ese sentido, ya hubo acciones para determinar cómo uno de los principales acusados de integrar una banda dedicada a asaltos y robos en viviendas, logró comunicarse desde la cárcel con un testigo que ya no está protegido.
Según pudo saber este diario, el malestar ha ido en aumento desde que se supo lo de Osorio y compañía. Es que hay firmes sospechas acerca de que más policías puedan estar involucrados en esta turbia historia. Sin ir más lejos, otro de los datos llamativos que se encuentran en el expediente de Giaroli involucra a un agente, amigo de Osorio, quien de guardia apareció en el móvil en donde ocurrió el asalto, cuando su jurisdicción era otra. Se cree que pudo dilatar el arribo de otros policías para permitirle resguardarse a los autores del hecho tras su fuga.
El objetivo de los organismos del Estado intervinientes en la investigación, es aclarar por qué “Timón” Sosa pudo comunicarse con el testigo de identidad reservada, cómo consiguió el número de contacto y cuáles fueron las razones por la que una persona clave en la causa quedó totalmente vulnerable al accionar de un sujeto de frondoso prontuario y que, de hecho, se encontraba libre por una insólita omisión: condenado en 2016 por robo agravado a 5 años de prisión, permaneció en libertad hasta la actualidad, a pesar de que la sentencia quedó firme en el 2018.