Pymes: la actividad continúa a la baja y CAME pide medidas urgentes que reactiven al sector

La recesión económica es una triste realidad que golpea con fuerza a los diferentes sectores productivos de la Argentina.
Según el reciente informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la industria pyme enfrentó una nueva y preocupante caída en su actividad.
En marzo, el sector manufacturero pyme registró un descenso anual del 11,9%, sumándose así al continuo deterioro de los últimos meses, pero con una particularidad: el dato del tercer mes del año supone un freno a la desaceleración de febrero, cuando al caer 9,9% respecto al mismo período del año pasado mostró un freno en su pendiente en comparación con los retrocesos del 27% y 30% de diciembre y enero respectivamente.
Esta tendencia negativa se refleja también en el acumulado del primer trimestre del año, con una baja del 19,1% en comparación con el mismo período de 2023.
«Las caídas se registran tanto en ventas minoristas como en las industrias, algunas actividades se ven afectadas más que otras. Es un momento muy difícil. Tanto la industria como el comercio dependen del mercado interno. El consumo se contrajo bastante y eso trae problemas», expresó ante los micrófonos de FM Vos 94.5 Salvador Femenía, vocero de CAME.
Dentro de este contexto, hizo una lectura de las políticas que viene aplicando la gestión de Javier Milei. «El gobierno nacional tiene un plan que lo cumple a cualquier costo. Para poder activar el consumo interno es necesario que se mejore el poder adquisitivo de la gente. Lamentablemente, no veo al gobierno aplicando en estos momentos ese tipo de política. No creo que se les otorgue un aumento nominal a los salarios de la gente. Están esperando primero que se desacelere la inflación», sostuvo.
Asimismo, comentó las expectativas del sector para los próximos meses. «Si este escenario continúa o se prolonga en el tiempo seguiremos por el sendero de las malas noticias. Las pymes están al límite», enfatizó Femenía.
Por último, se refirió al tema precios y su relación directa con el consumo. «Hay una retracción en los valores. Muchos formadores de precios tomaron un tipo de cambio del dólar mucho más alto. Estimaron la moneda estadounidense entre 1500 y 1800 pesos. Muchas mercancías quedaron con precios sumamente exagerados. La gente no podía comprar muchos productos, eran inalcanzables. Los productos de primera necesidad no vienen registrando grandes subas, eso puede ayudar a que baje la inflación. Lo que pasa es que hay un incremento importante de las tarifas y servicios que afecta tanto a los consumidores y a las industrias. Me temo que lo que se puede llegar a ganar por un lado, se puede llegar a perder por el otro», cerró.