Después de varios meses sin aparecer en espacios públicos ni en las redes sociales como hacía cuando promocionaba y defendía a capa y espada lo que luego se comprobó que era una estafa piramidal como “Ganancias Deportivas”, el máximo referente de GD en San Rafael, David Villegas, ha vuelto a ser un personaje habitual en la escena sanrafaelina.
Ahora es su propio jefe de un “parripollo” que atiende en la esquina de Alberdi y Emilio Civit, el otrora “gurú” de las inversiones aparece –o quiere aparecer- como una víctima más de la estructura estafatoria que en junio de 2021 dejó de pagarle a la mayoría de sus asociados. “Yo también fui perjudicado por GD y ahora tengo que seguir trabajando para poder vivir”, no se cansa de repetir a todos los que le preguntan por su presente, a pesar de que allegados a la investigación afirmen que Villegas hizo retiros por cientos de miles de dólares antes del colapso de la estructura “financiera”. Lejanos parecen también los días en que promocionaba a voz en cuello –junto con varios sanrafaelinos más- el ingreso a Ganancias Deoportivas y arengaba a los interesados a “no ser cagones” en invertir en lo que –decía- era la panacea económica en San Rafael.
A Villegas se lo puede ver en la esquina mencionada, implementos en mano, asando los pollos y venderlos de manera personal, casi como si se tratar de un simple trabajador que requiere del fruto de ese trabajo para su sustento. Nadie que no lo conociera podría afirmar que ese mismo sujeto hace poco más de un año se considerado un multimillonario, evidenciaba en sus redes sociales viajes lujosos por el exterior, camionetas BMW y costaba mensurar su patrimonio (aunque misteriosamente nunca tuvo nada a su nombre).
La pregunta que indefectiblemente surge ante la reaparición pública de Villegas, de parte de los perjudicados por GD (se dice que habría unos 20.000 sanrafaelinos que perdieron mucho dinero) y del resto de nuestra comunidad, es si la nueva imagen que brinda es producto de que realmente fue perjudicado por la estructura superior y está casi en bancarrota o si, por el contrario, monta un “acting” para lavar su imagen y no responder por sus pasadas actitudes y, en realidad, tiene dinero de sobra, malhabido por supuesto.
¿Y la Justicia?
Capítulo especial merece, en todo este varieté, la investigación por las presuntas estafas de GD que lleva adelante (o así se estima) la justicia local. Lo último que se informó oficialmente desde el Poder Judicial es que se iba a tomar declaración a unos 700 sanrafaelinos que realizaron las denuncias correspondientes como perjudicados.
Oportunamente, el fiscal Javier Giaroli había considerado que GD era una “estructura defraudatoria” o un “esquema Ponzi”, donde quienes hacían ingresar adherentes podían obtener jugosas ganancias pero que, en un momento determinado, cuando empezaba a descender la cantidad de ingresantes, la pirámide colapsaba.
A fines del año pasado, Giaroli aseguró que seguiría la investigación “hasta las últimas consecuencias” y estimó que “entre fines de 2022 y comienzos de 2023, sobre todo después de la feria, la causa mostrará novedades”, algo para lo cual –denunció- “se necesitan mayores recursos, sobre todo humanos. En la actualidad tengo solo tres auxiliares que, por la cantidad de delitos que se investigan, están colapsados. Hemos reclamado a la Procuración –que depende del gobierno provincial- por la asignación de más recursos pero, por el momento no hemos tenido respuestas”. Comenzado el tercer mes del 2023 y con la reaparición de Villegas y varios de sus adláteres en la vidriera sanrafaelina, pocas son las novedades que se observan a la hora de evaluar qué ocurrirá con los presuntos responsables de la mayor estafa a ciudadanos sanrafaelinos y si, alguna vez, se conocerán y condenará a sus responsables.
