El mayoritario bloque kirchnerista del Senado dictaminó ayer favorablemente un proyecto de declaración de Oscar Parrilli para que los 4.500 millones de dólares que la Argentina recibirá en los próximos meses del FMI en Derechos Especiales de Giro (DEG) sean aplicados al pago de gastos corrientes de la pandemia y no al de la deuda pública.
Ante las dudas planteadas por la oposición sobre la conveniencia de la iniciativa su autor sostuvo que no era producto de la interna oficialista, ni intentaba condicionar al ministro Martín Guzmán en sus negociaciones con los organismos internacionales de crédito.
Aseguró que, por lo contrario, constituía un mensaje para el FMI, a pesar de lo cual el bloque que responde a Cristina Kirchner se negó a convocar al funcionario para conocer su opinión.
En ese sentido el presidente de la comisión, el ultra K Carlos Caserio, cerró el debate con una afirmación contundente: «No necesitamos citar a Guzmán porque somos el Senado de la Nación y fuimos votados por la gente».
Por su parte, el bonaerense Jorge Taiana coincidió con Parrilli al afirmar que la declaración era «para mostrarle al FMI dónde está parado el Senado», que, junto con la Cámara de Diputados, deberá aprobar mediante una ley cualquier entendimiento al que se llegue con el FMI y el Club de París.
Ante las dudas de los representantes de Juntos por el Cambio, Parrilli señaló que se comportaban como los periodistas que informan sobre una `interna’ entre Guzmán y la vicepresidenta.
«Hay operadores que intentan, imponer a la opinión pública que como la Argentina está en deuda sería conveniente destinar estos fondos a su pago», aseguró, a la vez que proponía utilizarlos para la reactivación. No descartó que fuesen aplicados al pago de IFE, ATP o vacunas.
El discurso más crítico sobre la iniciativa estuvo a cargo del radical Julio Martínez que la consideró como un intento de «marcarle la cancha» a Guzmán.
También calificó la declaración de «absolutamente innecesaria», ya que los propios voceros del FMI sostuvieron que esa suma no debía usarse para el pago de deuda.
Por su parte, el FMI confirmó que continúan las negociaciones con la Argentina de manera constructiva, al tiempo que señaló que el ministro Guzmán es en la actualidad su «contraparte» en estas discusiones para alcanzar un acuerdo por la reprogramación de la deuda por US$ 45.000 millones.
«Estamos muy comprometidos en esas discusiones con el ministro Guzmán. Es nuestra contraparte en esas discusiones», dijo el vocero del FMI, Gerry Rice, y agregó: «Estamos completamente comprometidos con él en este momento».
