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sábado 4, de mayo , 2024

“Y…sigue el despilfarro nacional ”

Por Enrique Mario Barrera

Desde esta columna se ha insistido desde hace tiempo que el gran problema argentino y que nos lleva a permanentes crisis económicas como la actual, está dado principalmente por el alto gasto y costo provocado por la gigantesca estructura del Estado nacional, la que sea el partido político que gobierne se mantiene y crece continuamente devorando los recursos provenientes de un sistema recaudatorio asfixiante para la actividad económica de la República.
Una economía sin reservas, importaciones de materias primas casi estancadas, exportaciones selectivas y a cuenta gota, desaliento para la inversión, precarización laboral, pérdida de calidad de vida constante e infinito asistencialismo y a eso debemos agregarle ahora la presentación, en el Congreso, a cuenta del oficialismo, la pretensión de que vuelva el programa “Fútbol para Todos” cuando todavía no se resolvió judicialmente las consecuencias del programa de fútbol anterior, que ante el slogan “gratuito” le costó a las arcas del Estado cifras siderales por un sistema que debe ser manejado por la actividad privada. Esperemos que la oposición legislativa esté a la altura de los tiempos actuales y den el debate que tan delicado tema debe tener.
Otro proyecto que se ha mencionado en estos últimos días es el que propone el gobierno y hace referencia a la construcción y manejo de “Paradores Estatales para Transportistas” los que se intentan diseminar por todo el territorio argentino, que de concretarse aumentaría los gastos del Estado en forma notoria, agregando empleados públicos a la saturada carga que ya tenemos; la actividad privada, las asociaciones de empresarios del transporte de carga y los sindicatos del sector deberían encargarse de brindar bienestar directo a sus afiliados. El gobierno debe lanzar la idea pero la concreción debe estar en el ámbito privado. Veremos qué hace la oposición al respecto.
Cuando una crisis agobia y se sabe cuál es el problema que la genera debe comenzarse a resolver tomando el tema como “cuestión de Estado” y convocar a todo el arco político para resolver de fondo esos desfasajes, si al final de todo, el arco político en su totalidad es responsable de la inestable situación en la que nos encontramos desde hace décadas y pareciera ser que no hay voluntad de resolverlo.
Manejo nacional de la cosa pública descontrolado y antojadizo y casi siempre con la finalidad de cooptar voluntades para perpetuarse en el poder de la mano del populismo. Mucho se dice que el gobierno quiere llevar a la Argentina a regímenes como el venezolano o cubano y ¿hasta qué punto esa visión es incorrecta?, más cuando uno suma lo que pasa en las medidas que proponen el ejecutivo y legislativo nacional las que mantienen alto índice de inflación, de pobreza, de indigencia, de bajas jubilaciones, alta presión fiscal, leyes laborales desactualizadas, ítems que contrastan con el alto nivel adquisitivo que se ve en cargos políticos de todas las reparticiones públicas centralizadas y descentralizadas que abundan en el país, y que conforman una franja de la ciudadanía a la que las penurias económicas no les llega y motivan la aparición en muchos casos de nepotismo y hasta abusos de poder como ser el manejo monopólico de actividades como la del transporte aéreo, donde se obliga a las empresas privadas a tarifas mínimas superiores a las que aplicarían y todo para favorecer a una línea estatal que trae continuamente pérdidas para el erario público y que debiera privatizarse definitivamente. Los organismos de control de los actos de gobierno están ausentes y la oposición hace poco y nada al respecto.
Si realmente lo que hace el gobierno nacional actual es seguir la ruta del chavismo, aplicando los métodos del Foro de San Pablo y alejándose, cada vez más, del mundo, sembrando en nuestro país la desesperanza, estamos en problemas. Si a eso le agregamos que todavía hay políticos y gobernantes de todos los niveles en el país que no entienden que el presente argentino es una disputa entre los que creen en el populismo y los republicanos democráticos y siguen con internas partidarias e intereses mezquinos, mientras la vida del ciudadano común se deteriora continuamente, la cosa se agrava y seguiremos en la espiral decadente en la que estamos.

por Enrique Mario Barrera

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