A un mes de la muerte de la elefanta Pocha en el santuario de Brasil, Mendoza sigue a la espera de los resultados de la necropsia para conocer las causas del deceso del animal que vivió en cautiverio en el ex zoológico de la provincia durante 54 años.
Mientras continúa la conmoción por el fallecimiento repentino del paquidermo, el 8 de octubre, las autoridades del Ecoparque decidieron frenar el traslado de Kenya y Tamy al Santuario de Elefantes, ubicado en Mato Grosso, hasta que esté el informe oficial.
Juan Ignacio Haudet, director del Ecoparque, se mostró este martes cauto al asegurar que es importante conocer el reporte “porque marca los pasos a seguir con los otros elefantes, si hay que mejorar algo acá, hacerlo previamente. Si hay algo que corregir en el Santuario se tendrá que hacer”.
En este sentido, remarcó: “Yo no voy a sacar a ningún elefante hasta no saber qué pasó con la Pocha, tanto para no poner en riesgo a los animales que están allá, ni para exponer a los que están acá”.
El análisis de los cultivos de las muestras tomadas en la autopsia está siendo realizado por la Universidad Federal de Mato Grosso y, a decir, del funcionario son estudios que llevan su tiempo.
“Hay muchas cosas que van a salir de ese estudio. Si es un resultado que llame la atención, porque a lo mejor se murió porque estaba viejita y es otra la situación… Hay que ser muy prudente, todo demora su tiempo y toda la información es pública, no tenemos nada que ocultar ni el Santuario tampoco”, aclaró Haudet.
El futuro de Kenya y Tamy
Tras el traslado de Pocha y su hija Guillermina en mayo, el Gobierno de Mendoza se preparó para iniciar el operativo para que Kenya y Tamy puedan abandonar la provincia. Se trata de una hembra africana, de entre 41 y 42 años, y un macho asiático, de entre 51 y 52, que es, precisamente, el padre de la elefanta que se encuentra en la reserva.
En septiembre, la africana fue puesta en cuarentena y se estimaba que su viaje se produciría a fin de año. Luego sería el turno del asiático.
“Queremos que estén en un lugar mejor, sin ponerlos en riesgo”, reconoció Haudet, quien afirmó que igualmente se continúa trabajando en el proceso de adaptación, ya que el mamífero tendrá que permanecer cinco días encerrado en un contenedor y recorrer 3.600 kilómetros a lo ancho del país hasta arribar al Santuario.
Pocha y Guillermina junto a otros elefantes en el Santuario.
La hipótesis de la muerte y las teorías conspirativas
Pocha murió el 7 de octubre y por medio de un comunicado, las autoridades del santuario anunciaron su deceso, un día después.
A la hora de informar sobre el hecho, recordaron que mientras vivió en Mendoza se identificaron signos de un posible problema de salud, sin embargo, “nunca se diagnosticó nada”.
En este sentido, explicaron que cuando llegó al Santuario tuvo un episodio “en el que se cansó y era un poco más lento para comer, pero, después de una inyección multivitamínica, mejoró”.
La noche de su deceso también recibió una dosis y aunque “parecía más brillante”, cuando volvieron a verla había perdido la vida.
Haudet señaló que la muerte del animal también “fue llamativa”. “Dijeron que tenían enfermedades preexistentes, queremos saber cuáles fueron porque los estudios previos que marca la ley se hicieron y salieron todos perfectos”.
El funcionario añadió que se comunicó con la organización. “Ambos estuvimos de acuerdo que lo que le está haciendo mal a estos animales es el cautiverio. Es el estrés de haber vivido años encerrados. Estoy convencido de que el cautiverio mata a los animales. Los elefantes nunca tuvieron que vivir en Mendoza. La causa todavía no se sabe y voy a esperar. Prefiero no presionar a que me den un informe erróneo”.
Además de considerar que son animales gerontes y que han vivo con mucho estrés, consideró que “el santuario cumple con requisitos que ningún otro lugar tiene y eso no es fácil de conseguir. Esta situación no es para desprestigiar al santuario, están haciendo lo que pueden con lo que tienen”.
Mientras se esperan los resultados, las teorías conspirativas sobre la repentina partida del animal proliferan en las redes.
“Hay gente que quiere el bienestar y han luchado por los animales y merecen una explicación y otra hay gente que es mala y quiere atacar por un tema político. Hay gente malintencionada”, concluyó Haudet, quien sostuvo que el objetivo es abrir lo antes posible el Ecoparque al público sin la exhibición de especies.
Fuente: El Sol
