La escuela técnica agropecuaria con modalidad Nº 4-239 “Cerro El Sosneado”, es una institución educativa que forma a los estudiantes de cara a que estén aptos para estudios superiores, razón por la cual llevan a cabo prácticas en las instalaciones del INTA. Su directora, Silvia Totero, dialogó al respecto con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael.
“Esta escuela-albergue es una institución educativa de nivel secundario que se encuentra en la Ruta 144 Km. 3000, del distrito El Sosneado. Comparte edificio con la escuela de nivel primario N° 8-597 “Pedro Scalabrini”, que funciona durante la primera quincena de mes. Los chicos conviven entre 13 y 14 días de cada mes, provenientes de Los Molles, Pareditas, La Jaula, Los Parlamentos, San Carlos y del propio distrito El Sosneado, entre otros puntos. Articula con cuatro escuelas, dos de las cuales son albergues (Los Molles y La Jaula). También tenemos algunos estudiantes que han elegido esta modalidad, o que no han tenido banco en Malargüe, y que son de esa ciudad. El número de docentes va variando de acuerdo a si se jubiló alguien o si hay cambios, pero es cercano a los 50”, explicó.
Añadió que “dado que no tenemos un entorno formativo muy completo, todos los meses, todas las prácticas que se pueden realizar, algunas se hacen dentro del entorno formativo de la escuela (la granja, un espacio de invernadero y otro de siembra de ajo, papa y cebolla), pero las prácticas que no se pueden realizar, como la poda, porque no tenemos frutales ni vides en El Sosneado, las realizamos en el INTA. Contamos con esa posibilidad, así que los chicos con la ayuda de una Combi que nos cedió la Municipalidad, hicieron el viaje, los vino a buscar a la escuela, fueron por el día a las instalaciones del INTA y realizaron prácticas de poda de frutales y de vides. Además, estuvieron en contacto con los profesionales del INTA en charlas y en el laboratorio”, destacó la directora y agregó que los jóvenes quedan así preparados para estudios de nivel superior, vinculados a Ingeniería Química.
“Muchos habían quedado muy contentos por las charlas con los profesionales y por los laboratorios con los que cuenta el INTA que son muy actualizados”, aseguró. Así, se le da lugar a las horas de práctica profesionalizante que deben cursar los alumnos de sexto año. Es que, durante el año, deben cumplir con más de 200.
Cabe decir que además del INTA, han visitado alguna vez para el mismo fin la escuela Iaccarini, o la escuela de Malvinas por su completo entorno, y en Malargüe algunas incubadoras de empresas.
