Guillermo Facundo Calderón (24) salvó su vida de milagro tras recibir un disparo de arma de fuego a la altura del abdomen, en el marco de un presunto “ajuste de cuentas”, teniendo en cuenta que se negó a dar información sobre quién y en qué circunstancias lo atacó. Sin embargo, la Policía realizó su propia investigación y detuvo a un sospechoso de la agresión.
Todo empezó cerca de la medianoche del viernes, cuando un llamado al 911 reportó que – por medios particulares – Calderón era trasladado al hospital Schestakow, tras haber sido baleado en inmediaciones de calle Italia, al norte de nuestra ciudad.
Cuando ingresó al nosocomio, los médicos comprobaron que el paciente había sufrido una herida de arma de fuego con orificio de entrada en el abdomen y salida en el muslo izquierdo. A pesar de la gravedad de la lesión, Calderón ingresó consciente a la sala de quirófano y antes de ser intervenido, ante la inquisitoria policial, se negó a responder sobre quién lo había atacado.
En virtud de lo sucedido, se inició un operativo en la zona donde se produjo el ataque donde los agentes, con orden judicial, registraron un domicilio donde hallaron al presunto autor del disparo, quien al percatarse de la presencia policial quiso escapar por una ventana del baño. En medio de una fuerte resistencia, los uniformados lograron reducir al malviviente y lo trasladaron a la Comisaría 8ª, donde quedó alojado.
Por el hecho se inició una causa caratulada “Lesiones graves agravadas por uso de arma de fuego”.