El Baqueano será una represa capaz de generar 140 Mw, unos 443 Gwh al año. Está proyectada sobre el Río Diamante, entre Agua del Toro y Los Reyunos, en San Rafael. El objetivo del aprovechamiento es la generación de energía y regulación de los caudales. Sobre los valores de la obra, dialogó con FM Vos (94.5) y con nuestro diario, Enrique Richard, integrante de la Específica de Desarrollo Regional, de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria (CCIA) de San Rafael.
La represa concretará el plan diseñado desde los 80 para el río Diamante y traerá múltiples beneficios: energía para el Sistema Argentino de Interconexión (SADI), con potencia capaz de cubrir los picos de demanda; generación de empleo, creación de un polo turístico y atenuación de crecidas extraordinarias. “Desde la Cámara de Comercio hace muchísimos años que se impulsa la construcción de El Baqueano como una solución al problema energético que tiene todo el país, ya no sólo San Rafael o Mendoza. Tenemos un déficit energético importante y esto podría ser una buen paliativo para toda Argentina, por lo que todo el país debería estar acompañando esta obra, debería estar acompañando este proyecto que no consume agua, sino que sólo la utiliza para mover una turbina y generar energía limpia, que es lo que está faltando prácticamente en todo el mundo”, dijo Richard y añadió que con El Baqueano existe una buena oportunidad de llevar a cabo esto, pero “resulta que hay gente que pone palos en la rueda”, aseguró refiriéndose a autoridades de la provincia de La Pampa.
Recientemente Vialidad Provincial ha estado trabajando para despejar el camino, el cual se va a seguir arreglando para llegar al menos hasta lo que será la casa de máquinas. Habrá un túnel de 11 kilómetros que estará a la altura del dique propiamente dicho. “El dique está sobre el Diamante, entre los otros diques que ya existen hace muchos años y no modifica en nada la biología ni la geografía del lugar”, aclaró, teniendo en cuenta que todo esto se emplazará propiamente dentro del Cañón del Diamante.
Es un proyecto muy antiguo, y Richard recordó que “en el proyecto original que en los años 50 tenía Agua y Energía estaba ubicado un poco más cerca, pero después los estudios geológicos descubrieron que ahí se pueden producir desplazamientos en la tierra, desplazamientos del lugar”. En virtud de aquello y para dar mayor seguridad, el proyecto cambió de lugar.
Destacó que recientemente se firmó con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA), un contrato de compra de energía, por lo que la distribuidora le comprará a Mendoza durante 15 años la energía que produzca el dique. Con ese dinero, no sólo se pagará la construcción de la central hidroeléctrica en particular, sino que además genera un superávit que permite construir otros diques u otras obras que permitan, por ejemplo, tener más agua en el río Atuel y en consecuencia, mayores superficies irrigadas. “Son muchos los beneficios que trae esto, más allá de la mano de obra directa que va a implicar la construcción del dique, la indirecta que va a generar y el desarrollo del Cañón del Diamante que, a nivel turístico, también puede ser una cosa muy importante”, enfatizó Enrique Richard al cierre de la entrevista.
