El mundo laboral tras el coronavirus

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó, a comienzos de este mes, una cumbre mundial virtual para abordar los efectos de la pandemia de Covid-19 en el mundo del trabajo. El encuentro tripartito sindical, empresarial y de funcionarios gubernamentales del organismo de Naciones Unidas debatió la manera de abordar los efectos económicos y sociales de la pandemia, que demostró “la gran vulnerabilidad de millones de trabajadores y compañías”.
El impacto de la recesión en 2020, de -4,9 por ciento según el Fondo Monetario Internacional, hizo perder 10,7 por ciento de horas de labor en el mundo en el segundo trimestre, equivalentes a más de 300 millones de puestos de trabajo, y en el segundo semestre puede perderse 14 por ciento o más de 400 millones de empleos.
En América Latina, donde la recesión sería de -9,1 por ciento este año, el desempleo pasará de 8,1 a 13,5 por ciento, lo que significa que habrá 44 millones de personas sin trabajo y la pobreza alcanzará a 230 millones, 37,2 por ciento de la población.
La OIT advirtió que el nuevo coronavirus ha empujado al mundo a la crisis humana, económica y social más grave de la época moderna y, por lo tanto, plantea enormes desafíos a los líderes de todo el mundo. Frente a este nuevo escenario global preocupante, la organización propone adoptar medidas de respuesta a la crisis que apunten a estimular la economía y el empleo; apoyar a las empresas, los empleos y los ingresos; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo y recurrir al diálogo social para encontrar soluciones a los nuevos conflictos que se presentarán una vez que concluya la emergencia sanitaria.
Es de esperar que los distintos sectores implicados en la temática sumen esfuerzos para luchar en pos de que el impacto de la pandemia a nivel económico y social no ponga en peligro (aún más) los medios de vida y el bienestar de millones de personas a lo largo y ancho del planeta.