A dos semanas de las elecciones primarias nacionales, y con la mayoría del país que ya realizó sus comicios, hay algo que ser repitió en la mayoría de los casos y tiene que ver con la dificultad de los encuestadores para acertar en los resultados.
En Mendoza la situación quedó evidenciada con la excelente elección que realizó Luis Petri, en la que la mayoría de los encuestadores lo daban por debajo del 8%, y terminó obteniendo el 17%, peleando mano a mano la interna con Alfredo Cornejo y triunfando en departamentos como San Martín.
En Santa Fe se vivió lo mismo hace 15 días, cuando Carolina Losada, la favorita en las encuestas de la interna de Juntos por el Cambio, terminó perdiendo ante Maximiliano Pullaro por amplio margen, mientras que en la ciudad de Córdoba, se esperaba un triunfo de Rodrigo de Loredo que no ocurrió.
Ahora bien, ¿Por qué ocurre este fenómeno? ¿Los encuestados mienten o los especialistas cometen errores de muestreo?
La respuesta de los consultores
Aníbal Urios de la consultora DyC señaló que esto puede ocurrir por dos motivos: errores en los muestreos o, bien, la intención de “posicionar” a algún candidato como más fuerte.
“Muchos consultores operan, y no entienden que hacer esto a través de encuestas no modifica el voto. Este es un factor más económico que ideológico. La otra parte tiene que ver con la muestra que se obtiene y con el tipo de cuestionario. Muchas veces el muestreo no es representativo y otras las preguntas no son lo suficientemente efectivas para conocer el pensamiento genuino del elector”, explicó Urios, el único que se acercó al desempeño de Luis Petri en la provincia.
Por su parte, Gustavo Córdoba, de la consultora Zuban Córdoba explicó que muchas veces los errores no son de los encuestadores, sino del encuadre que se le da en algunos medios de comunicación que tienen algún sesgo político.
“En primer lugar no se publica todo lo que se investiga. En nuestro caso, publicamos menos del 10% de la información que recopilamos. El tema es el encuadre que los medios de comunicación le dan a esos resultados, que muchas veces validan algunos resultados de encuestadores que saben que realizan malos trabajos. Por otra parte, y con respecto a lo que se da a conocer de lo que se encuesta, tiene que ver con cómo le dan los números a algún candidato. Si me va bien y soy competitivo, ¿Por qué tengo que darle a conocer a mi contrincantes estos resultados?“, analizó el especialista.
En tanto, Stella Toledo explicó que hay desconocimiento a la hora de leer una encuesta por parte de los medios de comunicación y la sociedad, y descartó algún tipo de incentivo económico por parte de algún partido político.
“Muchas veces se cree que el resultado que da una cuesta se debe tomar textual y no es así, ya que sólo muestran una tendencia, la cual en general no se ha fallado. En cuanto a lo de beneficiar a quien pagó la encuesta, eso lo descarto de plano, no es así porque se trabaja de manera muy metodológica. Algo que si está pasando es que los estudios arrojan un alto porcentaje de indecisos que deciden el sufragio una vez que están en las urnas, y eso a veces profundiza tendencias, o modifica algún resultado“, indicó la titular de Consultores Asociados Mendoza.
En tanto, Martha Realle, destacó que las encuestan han estado acertadas en casi todas las provincias en cuanto a los espacios, pero sí hubo diferencia en las internas. Además resaltó que las encuestas no están finas, principalmente, por la tasa de no respuesta.
“Cada vez hay más gente que no responde a las encuestas, un fenómeno que se profundizó desde el 2021 a esta fecha. Otro motivo de falta de precisión se relaciona con el alto ausentismo. Un porcentaje importante que responde una encuesta y elige un candidato, a la hora de la elección, no se dirige a efectuar su voto, por lo que se pueden notar diferencias en porcentajes. Pero en términos generales, los espacios políticos han tenido los resultados que las encuestas predijeron“, puntualizó la especialista.
Fuente: El Sol
