Inflación, flagelo de la construcción

La Argentina padece un problema endémico, que atraviesa a los habitantes de su geografía desde hace muchos años y que lamentablemente se agudiza: la inflación. Los precios para gestionar la vida diaria aumentan a ritmo sostenido y si se trata de alcanzar algún bien superior, como puede ser la casa propia, la tarea pasa a ser una hazaña para el común de los ciudadanos. Los precios se desdibujan en el lapso de semanas y no hay previsión que valga. En Argentina, construir es cada vez más utópico.
Angel Dimaría, presidente del Centro de Ingenieros de Mendoza, dialogó sobre este tema con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, en virtud del seguimiento de precios de materiales para la construcción que desde hace cinco años realiza la entidad que preside. “Realizamos el relevamiento los primeros días de cada mes para obtener los datos de manera precisa y así utilizarlos en nuestra actividad y también para ofrecerlos a la comunidad. Los últimos datos, relevados en febrero, nos arrojan un incremento promedio del 4,98%. Los materiales aumentaron algo más que la mano de obra, 5,2%. En un mes, son cifras muy importantes. Algunos ítems han tenido un aumento cero, como los ladrillos y cables, pero el aumento de los combustibles ha incidido mucho en los fletes. Por ejemplo, el flete de un contenedor aumentó 22%. El hierro y cemento aumentaron un 6%. El golpe grande ha sido el aumento de los combustibles”.
Con referencia al incremento de precios interanual de todos los componentes del valor del metro cuadrado de construcción, Dimaría precisó que “los materiales acumularon un 52% y la mano de obra 38%; es decir, que estas cifras afectan tremendamente la posibilidad de que la gente construya. Para muchas personas se va transformando en algo imposible. El aumento del costo de la mano de obra, repito, 38%, refleja de alguna forma la mejora que casi todos hemos tenido en nuestros ingresos. Comparado con el aumento de precios de los materiales, vemos rápidamente cómo han perdido poder de compra nuestros ingresos, o sea, cada vez está más lejos la posibilidad de construir. Una vivienda mínima tiene actualmente un costo de 97.900 pesos por metro cuadrado, es decir, que para construir una vivienda de 60 metros cuadrados, hacen falta 6 millones de pesos. Es muchísimo”.
Las perspectivas del sector, con estos valores, indudablemente no son auspiciosas. No obstante, Dimaría manifestó que “hay pequeñas cosas que están colaborando para que veamos algo positivo. El caso de Mendoza Activa es un ejemplo de esto; hay personas que están pudiendo acceder al plan y al haber un retorno de las inversiones, construir se hace algo más accesible, pero los datos que todos conocemos en cuanto a perspectiva inflacionaria indican que, al menos en el corto plazo, no tendremos cambios positivos en el nivel de actividad de la construcción”.