La DGE autorizó un aumento del 13% en las cuotas de los colegios privados

La Dirección General de Escuelas (DGE) autorizó un aumento en las cuotas de las escuelas privadas que no podrá ser superior al 13%, en relación al subsidio del Estado que reciba cada institución educativa. Sobre ello habló con FM Vos (94.5) y Diario San Rafael Fernando Bertonati, apoderado legal de los colegios del Arzobispado de Mendoza y vicepresidente del Consejo de Educación Católica.
“El aumento que ha salido por resolución de la DGE es de un 13% para todos los colegios y todos los niveles”, expresó Bertonati, y agregó que el pedido que ellos habían hecho era de un 15%. “Hace una semana en el Boletín Oficial salió que el aumento era del 17%, después el Gobierno se retractó y dijo que era ‘un error administrativo’, y ahora han vuelto a sacar la resolución, donde el aumento es del 13% para todos los niveles por igual, lo que será aplicable desde el mes de septiembre en la mayoría de los casos y depende de que los colegios hayan avisado o no con un mes de anticipación a los padres”, dijo. Es por eso que algunos colegios aumentarán en septiembre, mientras que otros lo harán en octubre.
Si bien el número alcanzado no es el que deseaban, el apoderado legal asegura que los conforma el hecho de “haber tenido una respuesta”. “Creo que ha habido una buena respuesta por parte del Gobierno, una buena intención al menos, escuchando que la inflación compromete la administración de los mismos colegios, porque por ahí hay colegios que tienen cuotas bajas, otros un poco más altas dependiendo de la zona, las posibilidades y también del aporte que el Estado les hace, porque el aporte no siempre es de un 100%”, puntualizó.
Si bien la crisis económica generada por la pandemia no obligó a cerrar colegios en la provincia, “sí se pasó por situaciones muy críticas”, ya que “en una primera etapa desorientó como a todos, después hubo un reordenamiento de la situación de pandemia, de aislamiento y también hubo una gran cantidad de situaciones emergentes de vulnerabilidad, muchas familias han tenido que ser ayudadas”, pues hubo mucha gente que perdió el trabajo o –en los peores casos– incluso la vida.
Hubo gran morosidad en los pagos, y si bien los colegios al estar cerrados tenían menos gastos, en muchos casos se trata de edificios grandes y antiguos que fueron rompiéndose por la mera falta de uso, lo que obligó a invertir de cara a la reapertura para la presencialidad tras el aislamiento.
No obstante, Bertonati destacó que no ha disminuido la matrícula ya que “las familias siguen eligiendo la calidad educativa de esos colegios”.