San Rafael volvió a vivir una tarde distinta este sábado con una nueva edición de la Marcha del Orgullo, la cuarta desde que los grupos organizadores lograron reinstalarla en el calendario local. Con consignas claras, fuerte presencia comunitaria y un cierre festivo en plena Plaza San Martín, la jornada combinó visibilidad, reclamo y celebración.
“Marchamos por nuestros derechos, nuestras historias y nuestras infancias”, expresaron desde la organización, en una movilización que este año tuvo como eje: “Ante el odio y la violencia, más orgullo y unidad, por una nueva Ley Antidiscriminatoria y la Ley Integral Trans”.

En el mismo sentido, sumaron un mensaje que marcó el tono de la convocatoria: “Frente a los temporales de odio, transfemicidios y discursos negacionistas, respondemos con comunidad, ternura y justicia”.
La actividad comenzó a las 18 con una concentración y pañuelazo frente al Poder Judicial. Desde allí, a las 19, se puso en marcha la movilización por el centro sanrafaelino, con el objetivo de hacer visible una consigna que se repitió en carteles, abrazos y mensajes: el orgullo como respuesta colectiva.

Ya por la noche, desde las 20.30, el encuentro se trasladó a la Plaza San Martín, donde se realizó una “Kiki Session” y una feria que le dieron el cierre a la jornada. Además, hubo stands informativos de Orgullo San Rafael, Kiki San Rafael, la Campaña por el Aborto Legal San Rafael y la Asamblea del Agua, sumando miradas y causas en un mismo espacio.
En redes, el sentimiento posterior resumió lo vivido con una frase que se replicó entre quienes participaron: “No alcanzan las palabras para describir lo vivido… Quedó a la vista quienes somos, que existimos y resistimos, y eso es todos los días del año”. Una síntesis directa de una marcha que volvió a dejar su marca en la ciudad.







