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  • Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada.| Giovanni Boccaccio

martes 7, de mayo , 2024

La mujer trans que dejó atrás la prostitución, fue reina de la Vendimia y ahora trabaja para el Estado

Gabriela López es mendocina y es la primera mujer trans contratada en la delegación local de Vialidad Nacional luego de la sanción de la Ley Diana Sacayán-Lohana Berkins el 24 de junio, que establece un cupo del 1% dentro del Estado para que personas travestis, transexuales y transgénero puedan acceder a un empleo.

«Estoy en las nubes. No puedo creer que a mis 50 años tenga trabajo y pueda acceder a una jubilación en poco tiempo«, dijo la mujer, quien desde el 1 de noviembre forma parte del área de Conservación encargada de la realización de cartelería vial.

«Por ahora me ha salido todo bien. Soy modista y eso de medir las letras y estar en el detalle, me gusta«, aseguró la ahora empleada estatal que para lograr el puesto tuvo que presentar su curriculum y entrevistarse con Guillermo Amstutz,  jefe del Cuarto Distrito del organismo nacional. 

Con medio siglo de vida, Gabriela es una «sobreviviente«. Y es que cualquier mujer trans que hoy tenga más de 40 años en Argentina es denominada de esa forma porque la mayoría no llega a cumplir los 35.

Como informa El Sol,Su historia es similar a la de otras personas de la comunidad. A los 18 años dejó su casa para ir en busca de su destino y, si bien probó suerte en algunos trabajos, terminó siendo captada por una proxeneta que la «hacía laburar y ‘parar’ por obligación porque no tenía dónde vivir».

Incluso con la flamante democracia «hacer la calle» tenía sus riesgos, a los peligros propios de someterse a un extraño, se sumaba la persecución de la policía y la discriminación de la gente.

«Yo he estado en la esquina y es muy arriesgado. Fueron momentos difíciles que no eran para mí y gracias a Dios pude salir», dijo.

Gabriela tiene la esperanza que con este trabajo pueda acceder a una vivienda.

La ley que hizo cambiar

A los 25 años decidió dejar de travestirse por la noche y no sólo sentirse Gabriela, si no verse como ella.

La oportunidad para que su vida comenzara a cambiar le llegó en 2004 cuando se postuló como reina de la Vendimia Gay que organizaba Ricardo «Tito» Bustos, dueño de las discos LGBTI más importantes de la provincia. Ganó la elección y la posibilidad de entrar como moza en el pub La Reserva, ubicado en pleno centro mendocino.

«Ahí conocí gente que me sacó de lo que no quería hacer y no me gustaba», recordó.

Sin embargo, ese mismo año cuando fue a gestionar un certificado de antecedentes penales para presentar en su trabajo, fue detenida por la policía dentro del Palacio Policial por incumplimiento del artículo 80 del Código de Faltas que penalizaba la “simulación de sexo”.

Este escandaloso hecho sirvió para que toda la comunidad LGBTIQ+ saliera a la calle a pedir la derogación de este artículo, que finalmente se logró en octubre de 2006.

Gabriela fue motivadora de un cambio de las normas en Mendoza.

«Hoy las cosas han cambiado mucho gracias a las leyes. A veces le digo a las más jóvenes: ‘Si supieran lo que hemos vivido nosotras’«, relató Gabriela, quien además de moza se dedicó a la costura, al servicio doméstico y llegó a ser administrativa de una empresa de Internet, pero aseguró que con esta suerte no corren sus compañeras del colectivo quienes deben caer en la prostitución y que les cuesta conseguir un trabajo.

Y agregó: «Ahora con este trabajo mi sueño es tener mi casita propia. No puedo creer que dentro de unos años me podré jubilar con todos los beneficios. Esta ley nos abre oportunidades para todas «.

Fuente y fotos: Gentileza El Sol

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