Tal como pronosticaban algunos privados, finalmente desde la Casa Rosada reconocieron que la meta inflacionaria, prevista del 29% para este año, será prácticamente imposible de cumplir.
Solo en los primeros cuatros meses del año, según admitieron fuentes oficiales, ya está tres por ciento por arriba de lo que proyectaron desde el Palacio de Hacienda.
La suba de precios se transformó en un problema de máxima gravedad para el Gobierno nacional.