Una de las preguntas que más se hacen los seres humanos por estos días es: ¿cuándo llegará el fin de la pandemia de Covid-19? En ese sentido, días atrás, la periodista Ewen Callewey publicó un artículo en la revista científica Nature que refleja las opiniones de distintos expertos en biología evolutiva que coinciden en señalar que durante los próximos meses se podría llegar a saber cómo será el final de la actual crisis global.
Una posibilidad es que el virus se transforme en un patógeno capaz de provocar solo un resfrío común, pero también puede suceder que disponga de más tiempo para evolucionar hacia algo capaz de llevar gripe a amplios sectores de la población, o incluso a algo peor. Por eso es fundamental no dar ventajas al virus para que continúe mutando hacia –probablemente– formas más peligrosas para la salud humana. Y no dar ventajas significa mantener todos los cuidados (uso correcto de barbijos, lavado de manos, distancia social, ventilación cruzada de ambientes) y, por supuesto, continuar con las campañas de vacunación.
Un párrafo aparte merece esta última cuestión. Todas las vacunas que hoy se aplican en el país para luchar contra la Covid-19 funcionan y las cifras de evoluciones graves de la enfermedad así lo indican de manera palmaria. El citado artículo de la revista Nature observa, justamente, que el avance de la vacunación a nivel mundial «está cambiando el panorama evolutivo» del virus, aunque todavía no está claro cómo el patógeno responderá a las barreras que se ponen en su carrera contra reloj.
A nivel local es fundamental que se logre demorar todo lo posible la circulación comunitaria de la variante Ómicron del virus, que ha demostrado tener una gran capacidad de contagio, superior a las cepas que la precedieron. Es necesario que toda la comunidad asuma el compromiso de mantener los cuidados y colabore para que la curva de contagios no se dispare. A la vez, es necesario continuar con la vacunación para que la mayor cantidad de sanrafaelinos y sanrafaelinas tengan los esquemas completos.