A diferencia de otros destinos turísticos nacionales que ya comenzaron a fijar valores para el verano, los operadores turísticos de Mendoza aseguraron que pese a la gran cantidad de consultas, la escalada del dólar y las elecciones de octubre frenaron las reservas de cabañas, hoteles, traslados y excursiones.
La mayoría de los empresarios manifiestan que es imposible dolarizar las tarifas, sin embargo, advierten que es difícil hacer una previsión a futuro, por lo que no arriesgan tarifas hasta fines de octubre.
Incertidumbre y mucho más
Si uno consulta en los diferentes sectores turísticos, se encuentra con más dudas que certezas. Nadie quiere arriesgarse.
Arturo González, titular de la Cámara de Turismo de Mendoza, manifestó a El Sol que “no hay valores definidos para el verano, ni de tarifas de hoteles, ni de traslados ni de excursiones”.
“Lo que existe es una enorme incertidumbre sobre lo que pasará en los próximos meses con el proceso inflacionario. También se está atento a una nueva devaluación tras las elecciones y cómo repercutirá en la economía nacional el nombre del nuevo presidente, ya sea definido en octubre o en un posible balotaje”, refirió.
El funcionario remarcó que la imprevisión que reina es absoluta y afecta a todo el sector turístico, algo que no es muy bien comprendido por el mercado extranjero que se maneja con mucha más anticipación que el nacional.
“No estamos en condiciones ni siquiera de otorgar una tarifa de una excursión o una actividad en una bodega para febrero o marzo porque todo dependerá de la economía del país. Todo está paralizado, a la espera de las elecciones presidenciales”, comentó González.
Asimismo agregó que lo más inmediato que se tiene es el feriado de octubre, donde los operadores ya aplicaron un incremento que ronda el 15% o 20%.
Ante este panorama, el economista José Vargas comentó que “el mercado turístico está atravesando un momento bastante complejo por la falta de previsión”.
Sobre la imposibilidad de poder brindar un precio determinado para alquilar cabañas o alojamientos temporarios para el verano, el profesional explicó que “en estos casos lo que se hace es dolarizar, ya que es la forma de no perder y asegurarse una buena demanda. Esta implementación ya está institucionalizada en el mercado, aunque no todos se animan a su aplicación”.
En tanto aclaró que los operadores turísticos tienen interna o externamente dolarizado el precio de los espacios, la idea es vender un paquete y no perder en el medio.
“Más allá de cuál sea el valor del dólar, hoy lo que buscan la mayoría de los empresarios es que se pague a una potencial cotización que puede llegar a tener la divisa para el momento en el que se pueda realizar la actividad. Por otro lado, lo que se hace es dejar cancelado el servicio en el exterior y así se asegura la plaza y que con el tipo de cambio no termina perdiendo”, cerró.
Se viene una temporada complicada
Independientemente de lo que opinen los especialistas, para los operadores turísticos, dueños de cabañas o complejos, reina la preocupación, ya que la situación económica de los argentinos no es buena, por lo que no será una temporada fácil. No todos dispondrán de dinero para vacacionar, aunque sea en la propia provincia.
Fernando Perera, integrante de la asociación de Potrerillos, manifestó que en la zona, la mayoría no está alquilando para el verano y que lo que muchos están haciendo es esperar para ver qué pasará con las elecciones presidenciales.
“No hay tarifas fijas, algunos han decidido dolarizar, pero no han tenido buenos resultados, ya que la gente no maneja esa moneda física, incluso, se transforma en un repelente para el destino, por lo que estamos diciéndoles a los que llaman que se comuniquen más próximos a la fecha”, expresó.
Fabio Sat, de San Rafael, se encuentra en la misma sintonía, con mucha incertidumbre en lo que concierne a reservas.
“Dolarizar no está al alcance de la gente, ya que no cobra en esa moneda extranjera, su recurso se ha visto muy disminuido en los últimos meses y dolarizar implica hacer un aumento indeterminado”, comentó.
Por su parte, Diego Stortini, de la Cámara de Turismo de Tupungato, refirió que como ocurre cada vez que hay elecciones en el país, el turista especula a la hora de definir sus vacaciones.
“A eso se le suma la inestabilidad cambiaria, con una inflación marcada, lo que hace que los que ofrecen servicios prefieran esperar antes de avanzar y dar un precio”, agregó.
El empresario advirtió que el sector turístico hace años se dolarizó. “Hoy nadie toma una reserva para enero/febrero en pesos, porque nadie sabe cuánto va a escalar la inflación y el tipo de cambio”, comentó.
Finalmente, Stortini manifestó que mientras se espera lo electoral, ya comenzaron las reuniones con los diferentes entes públicos y privados para poder consolidar a Mendoza como uno de los destinos elegidos para las vacaciones 2024.
Qué pasa en el resto del país
A diferencia de Mendoza, en otros destinos veraniegos ya comenzaron a arriesgar tarifas que, para muchos bolsillos, se vuelven inalcanzables.
Así se revela en un informe publicado en diario Perfil, donde se establece que una familia tipo (dos adultos y dos menores) que desee descansar 7 días (seis noches) en un departamento en Mar del Plata, a metros de la playa y sin desayuno, deberá contar con 1.469.905 de pesos.
Si prefiere estar en un hotel el valor cambia de acuerdo con las comodidades. En uno de tres estrellas, durante el mismo periodo de tiempo, el precio es de 832.085 pesos (haciendo reserva desde una plataforma de alojamiento) y en uno de cuatro estrellas el costo para la familia es de 1.125.000 pesos.
En Villa Carlos Paz (Córdoba), una semana en un hotel de cuatro estrellas tiene un precio inicial 1.600.167 pesos. En tanto, una cabaña en Traslasierra, con dos habitaciones tiene un costo de 1.350.000 pesos.
Fuente: El Sol
