Laguna Blanca: completamente seca y azotada por el vandalismo

Hasta hace algunos años la Laguna Blanca, en el límite entre Malargüe y El Sosneado, era un espejo de agua muy rico en flora y fauna. Entre las cuestiones naturales de poca agua y el desvío de un afluente la misma quedó completamente seca; lo que era un vergel hoy es una imagen completamente desértica.
A toda esta situación se le suman actos de vandalismo en el predio. Allí había un complejo que, ante la salida del casero por la inexistencia de la laguna, empezó a ser atacado y saqueado por los desconocidos que ingresan al predio.
Al cruzar la tranquera e ingresar al predio se puede ver la devastación de lo que supo ser un paraíso para los pescadores del Sur mendocino.
Pablo Fernández es un vecino que estuvo recorriendo el lugar y se encargó de tomar fotografías de cómo se encuentra hoy lo que supo tener una superficie enlagunada de 280 hectáreas llenas de peces y aves.
Sobre la situación de la laguna, destacó que “está totalmente seca porque se desvió el arroyo que la llenaba. Al no haber agua, el señor que cuidaba no está más y el vandalismo se encargó de destruir todo”.
“Les pido a nuestros gobernantes que vayan y miren como está todo destruido, desde la fauna hasta la flora, ya que ahí hace unos años, en ese espejo natural, se encontraba lleno de flamencos, cisnes, patos, pejerreyes. Y en consecuencia de las decisiones tomadas, hoy en día se encuentra seca”, agregó.
La laguna se secó hace ya un par de años. En un último intento por salvarla la Asociación Malargüina de Pesca con Mosca había generado un canal para re-encausar agua desde el arroyo El Durazno hacia la laguna, pero finalmente se generaron algunos problemas y no se pudo continuar con el proyecto.
Quienes conocen el lugar aseguran que es posible “recuperarlo” en un mediano plazo, pero que –en caso de que se pudiera concretar- pasarían muchos años hasta que vuelva a la flora y la fauna del lugar.