Además el uso del teléfono celular estaba permitido en determinado horario. Por esta situación, a Nahir le sacaron su celular -que estaba autorizado- y sólo puede comunicarse con sus padres por el teléfono fijo del penal. “Por suerte pudo aclarar todo con las compañeras. Se la querían comer cruda. No sabemos porque la quieren hundir. Le prohibieron hacer dos talleres literarios, le dejan la computadora sólo una hora para estudiar Psicología y música. Pareciera que quieren que se quede encerrada y no quiera estudiar o hacer actividades para incorporar conocimiento”, dijo un allegado a la familia.
Están convencidos de que las autoridades de la cárcel, empezando por la directora María del Carmen Muñoz, tienen una especie de hostilidad con Nahir, a diferencia de las otras internas. “Quizá sea por lo mediático del caso, pero no la dejan ejercer sus derechos”, dice uno de los abogados de la condenada.
Este no es el primer problema que protagoniza Nahir Galarza en prisión. El 21 de marzo de 2019, la joven fue acusada por dos compañeras de la cárcel de mujeres de Paraná de tener un plan para matarlas y fugarse del penal, aunque luego la Justicia lo desestimó.
En noviembre de 2018 Nahir tuvo un entredicho con Griselda Bordeiro, la ex sargento de policía acusada por narcotráfico. Según trascendió, Nahir escuchaba música en sus auriculares cuando escuchó que Bordeira la criticaba. Discutieron y la relación quedó tensa. Bordeira comenzó a llamar a los medios para decir que Nahir la había amenazado. La joven siempre lo desmintió y acusó a su rival de mentirosa y de buscar fama. “¿A ustedes les parece que Nahir puede amenazar a dos ex policías, una de ellas torturadora de menores y la otra cómplice de peligrosos narcos que llegó a amenazar al juez federal de Paraná Daniel Alonso?”, razonó a Infobae un familiar de Nahir.
Luego, en agosto de 2019, las autoridades de la cárcel de Mujeres de Paraná, Entre Ríos, sospecharon que pudo haber planeado fugarse el domingo que votó en las PASO. Una guardia encontró un muñeco de trapo con pantalón, buzo y capucha en su celda. Al estilo de la famosa fuga de Alcatraz, cuando los fugados dejaron muñecos en las camas donde dormían.
“La foto del muñeco de trapo fue incorporada al expediente y se investiga si Galarza y otras dos internas más pensaban fugarse, otra posibilidad es que se trate de una broma interna”, dijo una fuente judicial. Al final la pesquisa se cerró y se determinó que no hubo indicios ni pruebas de un intento de huida.
La familia y los abogados de la joven desmintieron que ella hubiera querido escapar: “Ese muñeco, hecho con una escoba y una pala, no lo hizo Nahir. La quieren perjudicar. Ella no piensa escapar. Ya se hizo la idea de que va a estar ahí mucho tiempo. Y por eso estudia Psicología, lee y escribe. Y llegó a estudiar Diseño de Indumentaria. Pero de ahí a armar un muñeco para escapa. Están viendo muchas películas. Además, si alguien quisiera fugarse arma algo mejor, le pone cabello parecido al de ella y no fabrica ese mamarracho que parece un espantapájaros”, dijo un familiar de la joven, que desde el 31 de diciembre estuvo encerrada 15 días en un calabozo.
También trascendió que estaba embarazada, lo que fue desmentido. Y salió a la luz su presunto romance con Matías Caudana, el joven hijo de un hombre condenado por narcotráfico. Nahir dice que nunca fue su novio, que no lo ve más y que las fotos que salieron hace una semana de ellos dos dándose un beso son viejas.
Fuente: La mañana de Neuquén