Las autoridades colombianas desconocían la presencia en el país del fiscal antimafia paraguayo, Marcelo Pecci, asesinado el martes en Cartagena de Indias, afirmó ayer el director de la Policía local, general, Jorge Luis Vargas, quien ofreció una recompensa de 130 mil dólares por información que permita atrapar a los autores del crimen. Por lo pronto, la Fiscalía divulgó un par de fotografías y el identikit de uno de los dos sicarios que participaron en el homicidio, un hombre de tez trigueña, 1.74 metro de altura y acento caribeño.
«Le estamos pidiendo a la comunidad que nos ayude con la identificación de este individuo», subrayó Vargas, quien reiteró que la investigación está a cargo de «nuestros mejores investigadores», junto a colegas de Estados Unidos y de Paraguay.
Pecci, de 45 años y encargado de la lucha contra Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo, fue atacado a tiros en una playa privada de la isla de Barú, hasta donde los asesinos llegaron en motos acuáticas o un bote pequeño. El magistrado se encontraba junto a su flamante esposa, la periodista paraguaya Claudia Aguilera, disfrutando de su luna de miel.
«Creemos que pudo haber sido seguido desde Paraguay o que detrás de su muerte está el Clan del Golfo, cuyo líder Dairo Antonio Osuga, fue recientemente extraditado a EE.UU.», sostienen desde Asunción. Bogotá sospecha que fue obra de mafias «transnacionales». A lo largo de su trayectoria, Pecci tuvo a su cargo «procesos muy importantes», recalcaron desde el Poder Judicial guaraní.
