Pinti, «Salsa criolla» y la nula evolución

A los 82 años, murió este domingo el reconocido actor y humorista Enrique Pinti. El artista estaba internado en el Sanatorio Otamendi, de la Capital Federal, desde hacía varios días y su cuadro se agravó mucho en las últimas horas hasta desembocar en su fallecimiento.
Pinti, con seis décadas en escena, se convirtió en un referente del mundo del espectáculo argentino. Entre sus más grandes éxitos se destaca, sin duda, el unipersonal “Salsa criolla”. Estrenada el 15 de marzo de 1985, con texto, letras, dirección y protagónico de Pinti, música de Gregorio Vatenberg, coreografía de Juan Carlos Iglesias y producción de Buddy Day, el espectáculo fue un éxito instantáneo que tuvo nada menos que nueve temporadas consecutivas, galardones, aval de la crítica, el respaldo de la audiencia con ocho funciones semanales –de marzo a octubre– con localidades agotadas y tres millones de espectadores.
Entre las frases de “Salda criolla”, algunas quedaron grabadas en la mente de los espectadores. Por ejemplo: “Lo único lamentable de todo esto es que los chicos jóvenes puedan llegar a pensar que las palabras democracia y corrupción son sinónimos, sería terrible que piensen eso porque no es verdad, desagraciadamente la corrupción es una mala cualidad del ser humano que existe siempre”, “Al pueblo se lo puede engañar una vez, dos veces, tres veces, con un sandwich de mortadela preelectoral, pero cuando la inmensa mayoría de la gente esté cagada, no los seguirán votando, y si en cambio los siguen votando será o porque las cosas han cambiado, o porque las cosas están como el culo pero la gente no tiene una alternativa válida” o “Que alguien pague por las cagadas que hace, porque acá nunca se pagan las consecuencias, el único que paga las consecuencias es el pueblo, el de abajo. Estos hijos de puta roban, matan, afanan, estafan, se reciclan y vuelven en otro gobierno. Siempre vuelven, ¿no?”.
Enrique Pinti murió el domingo. La permanencia y vigencia perenne de “Salsa criolla” evidenciaron que muchas de sus sentencias se mantenían –y se mantienen- en el tiempo. Como en “Cambalache” muchas cosas siguen igual, en el 510 y en el 2022 también. Por desgracia…