La crisis hídrica obliga a los productores a regular y tratar de eficientizar lo más posible el riego en sus fincas, y si bien la temporada para los frutales y la vid está concluyendo, quedan algunos ciclos productivos que aún van a necesitar agua, como las hortalizas y forrajes.
La situación de los seccionamientos y cortes tempraneros genera inconvenientes en estos sectores y se espera que la falta de agua impacte en esa producción.
El sector más comprometido por esta situación tiene que ver con los forrajes, los cuales todavía continúan en ciclo productivo y necesitan agua.
Algo similar pasa con algunos cultivos hortícolas que pueden continuar, como tomate, pimientos o zapallos, pues los productores plantean que deben hacer cosechas anticipadas. También habrá que ver qué sucede con los denominadas “hortalizas de invierno”, que los productores tendrán que tratar de acopiar.
En este sentido, el río Diamante ya comenzó con su “seccionado” y hasta el día 17 de marzo no volverá el agua. Esta situación continuará –con erogaciones intermitentes– hasta el 1 de mayo, cuando comenzará la corta anual.
En el río Atuel todavía las cosas no están definidas, pero al parecer el agua dejará de correr desde abril. Es que para marzo quedan ocho turnos de “riego seccionado” y luego llegaría la corta anual, teniendo en cuenta que los diques Valle Grande y El Nihuil están en una situación crítica, con apenas el 27% de su capacidad, y para la primavera se debe llegar lo más cerca posible del 75%.
TURISMO SIN CERTEZAS
Por el momento tampoco se sabe qué sucederá con el turismo para el feriado de Semana Santa (del 9 al 12 de abril), ya que en caso de no cambiar el cronograma de turnos programados, no habría agua en el río para esa fecha.