Gustavo Rivarola, asesor económico del Consejo Empresario Mendocino (CEM), analizó un reciente informe de la entidad que enciende las alarmas sobre la competitividad provincial. Según el reporte, Mendoza cuenta con 12 empresas formales cada mil habitantes, una cifra que no ha crecido desde 1996. En un diálogo profundo, destacó la necesidad de reformas estructurales y la creación de empresas ancla para dinamizar el empleo de calidad.
Un indicador de impacto: 12 empresas cada mil habitantes
El informe del CEM se enmarca en una línea de investigación sobre competitividad que la entidad desarrolla desde hace tres años. Para Rivarola, la cantidad de empresas registradas es el termómetro que mide la salud del mercado laboral y la vitalidad del entramado productivo de una región. «Este indicador de densidad empresarial es, finalmente, un indicador de impacto. Los países más competitivos y productivos tienden a tener una densidad empresarial elevada. En Mendoza, el análisis de datos desde 1996 hasta 2023 nos dice que, si bien la cantidad de empresas creció, con relación al crecimiento poblacional el desempeño no ha mejorado. La densidad empresarial sigue en torno a las 12 empresas cada mil habitantes, el mismo nivel que hace 28 años», advirtió ante los micrófonos de FM Vos 94.5.
Respecto a la posición de Mendoza frente al resto del país, el asesor económico aclaró que los promedios nacionales suelen estar distorsionados por la concentración en la Capital Federal. «Mendoza tiene hoy cerca de 25 mil empresas formalizadas. Si tomás el país completo, estamos un poquito por debajo del promedio nacional, pero hay que hacer una salvedad: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una densidad altísima por su propia economía de concentración. Si quitamos ese efecto, Mendoza está por encima del promedio del resto de las provincias del interior», aclaró el asesor económico.

El concepto de «empresas ancla» y clústeres
Para el CEM, no se trata únicamente de aumentar el número de empresas, sino también de mejorar la calidad de las mismas. Rivarola enfatizó que el crecimiento debe darse de forma orgánica, permitiendo la convivencia de distintos tamaños de organizaciones que se retroalimenten. «No sólo importa la cantidad de empresas, también es esencial la calidad. Es fundamental que el ecosistema mendocino haga espacio para empresas grandes, medianas y chicas. Las ‘empresas ancla’ generan un efecto de economía del conocimiento y formación que es muy positivo para todo el sistema. Necesitamos generar las condiciones para que crezca la cantidad de empresas bajo un esquema de cadena o clúster», expuso con claridad.
Reformas: menos burocracia impositiva y leyes laborales modernas
Consultado sobre el paquete de reformas que se debate a nivel nacional, Rivarola se mostró optimista. Desde el CEM consideran que simplificar el sistema tributario es una de las llaves para destrabar la inversión privada. «La presión tributaria en Argentina es una de las más pesadas de Latinoamérica, pero además es compleja. Existen entre 150 y 160 impuestos, pero solo 10 de ellos recaudan el 90%. Los otros 140 están allí solo para sumar burocracia y recaudar apenas el 8% o 9% del total. Una reforma que simplifique el sistema y disminuya su costo redundará directamente en mayor competitividad», opinó Rivarola al respecto.
En la misma línea, el economista vinculó la modernización laboral con la posibilidad de aumentar la densidad de empresas en la provincia, permitiendo que la informalidad deje de ser el refugio de quienes quedan fuera del sistema. «Es necesario abordar las leyes laborales porque las normativas vigentes protegen a los que están dentro del sistema, pero no a los que están fuera. Si queremos disminuir la informalidad y promover nuevas formas de trabajo, la normativa debe modernizarse. Frente a leyes que permitan formalizar trabajadores, el empresario se sentirá alentado a crear nuevas empresas y aumentar el stock económico de la provincia», consideró en ese tramo de la charla.
Finalmente, Rivarola destacó que el actual escenario de baja inflacionaria es el primer paso para recuperar la previsibilidad necesaria para invertir. «La baja de la inflación aporta la previsibilidad necesaria para que el sector privado vuelva a invertir. Esas inversiones son la llave para ampliar la matriz productiva y fomentar la creación de nuevas empresas en Mendoza», concluyó.







