El servicio de internet en las casas se ha vuelto algo esencial en tiempos de cuarentena, cuando todo el mundo debe quedarse en su hogar para resguardarse del virus del Covid-19.
El fin de semana, los mendocinos sufrieron algunos problemas con la conexión y San Rafael no fue la excepción. Para conocer qué pasó, hablamos en FM Vos (94.5) con Rodolfo Bianchi, vicepresidente de la Cámara Argentina de Pequeños Proveedores de Internet.
«Una retroexcavadora estaba trabajando en Acceso Sur y calle Olavarría, antes del río Mendoza, enganchó el tendido de fibra óptica y lo rompió. Eso en principio no tendría que haber sido un problema, porque tenemos redundancia y una salida internacional por Chile por el gasoducto. Lo que en realidad pasó fue que funcionaban páginas o aplicaciones internacionales como Whatsapp o Netflix, pero no funcionaban webs locales como la de AFIP, por ejemplo. Por eso, desde las 11 del sábado hasta las 15 hubo problemas en el servicio, que afectaron a varios departamentos», explicó.
Bianchi reconoció que lo sucedido no es problema de una sola empresa, sino que son una serie de problemas que llevan a esta situación. «Los proveedores de internet de Mendoza nos reunimos en la provincia en lo que se llama punto de intercambio, donde compartimos nuestras redes y, en caso de necesitarlo, podemos utilizar la red de internet de otros. Al parecer, uno de los miembros compartió mal sus redes y eso hizo que el funcionamiento haya sido irregular, todavía no tenemos el informe técnico y costó volver al servicio», expresó el dirigente.
Red saturada
Cuando se comunicó el inicio del aislamiento obligatorio, el consumo de internet se multiplicó, ya que todas las personas se encontraban en sus casas, lo que generó que la red funcionará con algunos problemas.
Sobre este tema, Bianchi afirmó: «El primer día de la cuarentena la demanda de los usuarios se incrementó en un 50 por ciento, fue realmente caótico porque las redes no estaban preparadas, hubo un efecto dominó porque internet andaba por debajo de lo esperado y la gente llamaba para reportar una falla; las empresas pasaron de recibir 20 llamados por día a 300 y muchos reclamos quedaron sin atención porque no había forma de atender tamaña demanda».
