La idea de abrir un banco estatal en Mendoza vuelve a ponerse sobre el tapete cada cierto tiempo. Pero no habría consensos para, al menos durante la actual gestión provincial, ponerla en marcha. El economista justicialista Nicolás Aroma dio sus razones para crear esta herramienta y, al respecto, desde FM Vos (94.5) y Diario San Rafael, consultamos al también economista Daniel Garro, quien manifestó que es gracioso ver cómo a los políticos les encanta hacerse los banqueros con dinero ajeno.
Es algo que llega a ser jocoso. Milton Friedman (economista premio Nobel en 1976, referente del liberalismo) decía que, si le das al Estado el manejo de la arena del desierto del Sahara, en cinco años te quedas sin arena. Desde el punto de vista fáctico, no solamente en Mendoza sino en cualquier lugar donde han existido empresas estatales, de cualquier naturaleza que se tratarán, los resultados han sido siempre nefastos. Pero los políticos insisten porque después terminan siendo lugares para generar privilegios de todo tipo. Después tenemos el aspecto teórico, porque el Estado no ha sido creado para ser empresario o banquero, ya que siempre cumple mal estas funciones porque los incentivos son diferentes. Si abrís un kiosco o una empresa, o instalas un banco, tu objetivo es ganar dinero. Y los políticos no tienen por objetivo ganar dinero”.
Si abrís un kiosco o una empresa, o instalas un banco, tu objetivo es ganar dinero. Y los políticos no tienen por objetivo ganar dinero
En otro orden, consultamos a Garro sobre la coparticipación nacional hacia los Estados provinciales, ya que está trabajando en el tema. “Parece que ha generado interés el tema, pero lo mío no es original, sino volver a la Constitución del 53 y a los principios ‘alberdianos’ (por Juan Bautista Alberdi); él decía que el orden de prelación es individuos, Provincias, Nación. Es decir, que el individuo es el único que puede generar dinero o riqueza y coparticipa parte de eso a las Provincias porque estas cumplen un rol que alguien (el individuo) debe financiar. Y luego las Provincias le deben coparticipar a la Nación por las funciones que esta les brinda y que por su naturaleza estas no pueden cumplir. Hoy, entre el individuo y las Provincias hay que colocar a los Municipios.
Por lo tanto, lo que digo es volver a la vieja Constitución del 53, donde lo que se coparticipaba desde Provincias a Nación era del 20% y el 80% quedaba en las provincias. Hoy es al revés. Por eso las Provincias terminan siempre teniendo que pedir al poder central, de rodillas, algún favor. Para un gobernador o intendente, hoy es más fácil aumentar el gasto público y no ser quien tiene que aumentar los impuestos en el lugar. Por lo tanto, les es mucho más fácil incrementar los gastos sin que tener que asumir las consecuencias que estos gastos generan. Hay Provincias que desde el punto de vista económico son inviables.
Hace unos veinte años hice un estudio para ver qué pasaría si cada provincia tuviera que autosolventar sus gastos y las únicas que podían hacerlo e incluso quedarse con algún dinero más eran Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza., Córdoba y Chubut. Se argumenta que hay gente pobre, pero resulta que cuando una persona que vive en barrios pobres de Mendoza paga el IVA en el kilo de pan, le está pagando el salario a un senador que vive, por ejemplo, en Formosa”.
