Comer un asado es un ritual bien argentino. No hay domingo o festividad especial que no se coma asado, sin embargo, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), desde que asumió la presidencia Alberto Fernández, el asado subió un 235%. Con estos parámetros, los mendocinos no tienen muchas alternativas más que recorrer y buscar precios.
A diferencia de otros productos, el precio de la carne de asado no varía mucho si se compra en la carnicería de barrio, el supermercado o el Mercado Centra. Tras una recorrida realizada por El Sol, en el comercio chico, los precios son más accesibles.
En el recorrido, también se notó la ausencia de productos del programa Cortes Cuidados. En uno de los supermercados, se ofrecía «el asado del Gobierno» que, en concreto, se trataba de carne envasada al vacío a $850, mientras que el precio anunciado este miércoles por la Secretaría de Comercio Interior en el relanzamiento del programa que busca combatir la inflación alcanzaba a los $917 para el vacío y $719 el asado de tira, entre otros.
Por otro lado, aseguraron que este tipo de cortes regulados no suelen llegar a Mendoza y, cuando los reciben, «la gente no los lleva porque tienen mucha grasa«.
Precios para tener en cuenta
«El asado dejó de ser una comida que se podía hacer en cualquier momento de la semana y solo se cocina los domingos o fechas especiales», aseguró Carlos, dueño de una carnicería ubicada en Dorrego que, además, admitió que «tuvieron que bajar los precios porque no se estaba vendiendo nada».
El comerciante hoy vende el kilo de asado a $1.050 y los cortes son costillas, vacío y punta de espalda. «La gente que viene busca un buen asado de carne, deja todo lo que tiene hueso para poder hacer el menú mucho más rendidor», comentó.
A modo de ejemplo, el carnicero dijo que una familia tipo (conformada por 4 integrantes) lleva casi 3 kilos de carne y paga $3.102. A eso le suma morcillas cuyo valor es de $650 el kilo, chorizos saborizados a $950 el kilo y chinchulines a $400 el kilo.
«Comerse un asado es caro, hoy es un lujito de algunos, pero pese a ello, el mendocino no deja de lado las achuras y sigue comprando, lo mismo que la morci y el chori. Si hacemos asado, lo hacemos bien», manifestó Carlos.
En el supermercado los precios varían. El kilo de asado de costillas cuesta $1.100; la punta de espalda tiene un valor de $1.379 el kilo, en tanto, el vacío cuesta $1.399.
Las morcillas en el súper cuestan $635 el kilo; los chorizos tienen un valor de $785 y los chinchulines se comercializan a $529 el kilo.
«La gente que viene al súper a buscar asado lo hace solamente cuando hay ofertas, de lo contrario, compra blanda, pero no está saliendo mucho la carne para asado», comentó uno de los carniceros del Vea de Dorrego.
En el Mercado Central el kilo de asado de costillas tiene un valor de $970, la punta de espalda y el vacío se vende a $1.250 el kilo. En tanto, el asado de oferta cuesta $ 999.90 e incluye tapa de nalga y tapa de paleta.
Las morcillas cuestan $650 el kilo, los chorizos, $750 el kilo y los chinchulines tienen un precio de $500.
«Realmente la situación del país se refleja mucho en la compra de la gente. O se lleva asado de oferta o, de lo contrario, opta por cortes económicos y rendidores como son el mondongo o el hígado que cuestan $299 el kilo», contó Adrián, encargado de Rizzo.
Fuente: El Sol
