El ingente desafío de la recuperación económica

Con el regreso de parte del comercio y otras actividades productivas en una porción importante del país –San Rafael incluido–, en medio de la pandemia de Covid-19 y con las primeras imágenes de los empresarios y los trabajadores retomando las tareas y mostrando un gesto que mezcla preocupación y esperanza, todos nos preguntamos cómo será la recuperación de nuestra economía tras esta situación inédita.
Los especialistas trazan varios escenarios y suelen identificarlos con letras que ilustran la curva que podría mostrar la vuelta a la normalidad. Así, la más optimista es la recuperación en “V”, porque tras una fuerte caída de la economía, pero no demasiado pronunciada en el tiempo, se vuelve a la normalidad con rapidez. Otra posibilidad –la más pesimista– es la recuperación en “L”, donde, tras una caída muy aguda de la economía, la reactivación económica es muy lenta y puede durar, incluso, varios años. También existen escenarios intermedios: la teoría de la “U”, donde, tras una caída aguda de la economía en poco tiempo, la vuelta a la expansión económica necesita de un período de tiempo más largo para recuperarse, y la teoría de diplosoma o tick de visto (✔) donde, tras una caída abrupta de la economía, la recuperación es más lenta que si lo hiciera en forma de U y más rápida que si fuera en L.
Es difícil vaticinar cómo será en nuestro caso, pero casi todos los pronósticos coinciden en que la salida de la crisis necesitará al menos de varios meses hasta que los sectores claves de la economía estén cerca de la normalidad anterior al coronavirus.
En este escenario, y aun sabiendo que cada sector tiene características particulares, las medidas económicas para conseguir una recuperación deberían centrarse –resumidamente– en ayudas para mantener el empleo y que las empresas puedan tener liquidez mediante créditos blandos y facilidades para hacer frente a pagos. En definitiva, ofrecer certidumbre a la población con medidas que protejan a las empresas, a los trabajadores y que favorezcan las inversiones que estaban en marcha antes de la pandemia.