EL Vaticano renovó el acuerdo que firmó con China en 2018 para nombrar obispos procedentes del gigante asiático, pese a las advertencias de Estados Unidos , que denuncia la represión que según Washington sufren los católicos de China.
«China y el Vaticano han decidido, tras consultas amistosas, prolongar por dos años el acuerdo temporal sobre el nombramiento de obispos», dijo a la prensa el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijan.
En su nota oficial, el Vaticano dijo que «pretende continuar el diálogo abierto y constructivo para promover la vida de la Iglesia Católica y el bien del pueblo chino», una respuesta indirecta a las críticas de Washington.
Los 12 millones de católicos de China están desgarrados entre una iglesia clandestina, llamada «subterránea», que solo reconoce la autoridad del papa, y la iglesia «oficial», sometida al régimen.
En virtud del acuerdo de 2018, el papa Francisco reconoció a ocho obispos nombrados por Pekín sin su aprobación y las autoridades chinas reconocieron a su vez a dos ex obispos de esta iglesia subterránea.