Las motos y la siniestralidad vial

Dentro de la honda problemática vial que atraviesan el país, Mendoza y San Rafael, un dato se destaca por lo trágico: una parte importante de los lesionados y muertos en siniestros viales se conducían en motocicletas.
De hecho, en nuestra edición de hoy debemos informar acerca de un siniestro donde un motociclista de 23 años perdió la vida en Jaime Prats y una adolescente resultó lesionada, y de otro donde el conductor de una moto terminó seriamente herido y ahora lucha por su vida después de ser atropellado en la avenida Colón, de nuestra ciudad.
Las estadísticas son concluyentes cuando se indaga acerca de las causas de la alta siniestralidad vial en general: el factor humano es el más influyente al respecto. Sin embargo, miope sería negar que el tránsito vehicular ha evidenciado ciertas evoluciones que también deben ser observadas. Por ejemplo, la gran cantidad de motocicletas que hoy por hoy confluyen en nuestras calles.
La posibilidad económica de adquirir un motociclo ha hecho que esos vehículos sean muy requeridos. Sin embargo, entender que las motos (así como los autos, los camiones, las bicicletas) son peligrosas “per se” es quitarnos responsabilidad como conductores. Y es que somos, justamente, los conductores quienes demasiadas veces transformamos en hechos trágicos o lesivos una actividad de por sí riesgosa, como el conducir un vehículo motorizado.
Las cifras siguen espantando. Las autoridades buscan sin éxito la clave para hacer descender las dolorosas estadísticas que, más allá de los fríos números, evidencian la seria falencia que poseemos como sociedad ante un hecho tan habitual como compartir la vía pública para trasladarnos.
Quienes habitualmente viajan a bordo de motocicletas deben tener en cuenta que esos vehículos son mucho más vulnerables que los autos ante hechos dañosos y, por tanto, su prudencia a la hora de conducirlos debe ser extrema, ya que las lesiones o muertes casi siempre son propias. En tanto, los automovilistas también deben tener especial cuidado a la hora de compartir la vía pública con las motos, por el mismo motivo. Como se ve, una tarea que nos corresponde a todos.