Trabajan para impedir el ingreso del alga Dydimo a San Rafael

Como informó nuestro diario, en la búsqueda de proteger la fauna ictícola, se firmó un importante acuerdo entre el Club de Pescadores, la Secretaría de Ambiente y la concesionaria de las represas, para la optimización de la fiscalización y el cuidado de los ecosistemas acuáticos, a través de la construcción de una barrera de bioseguridad que limite el ingreso del alga Didymo a los mismos.
El director de Recursos Naturales Renovables de la Secretaría de Ambiente de Mendoza, Sebastián Melchor, dijo a FM Vos (94.5) y a Diario San Rafael, que “cuando hablamos de Didymo, estamos hablando de un alga que tiene la capacidad de expandirse por todos los arroyos, por todos aquellos cursos de agua y se lo conoce popularmente como ‘moco de roca’”. Se trata de un alga “invasora” que está muy presente en la Patagonia argentina y chilena, que tiene la característica particular de ser exótica y “generan un daño muy importante y alteran la biodiversidad”. “Este alga, aparte de otros daños vinculados a los económicos y a lo que tiene que ver con otro tipo de aprovechamiento de los recursos hídricos, lo que esto genera es una pérdida de biodiversidad, que es una de las grandes amenazas que hoy tienen nuestros ambientes”, expresó y agregó que en consecuencia, tomar medidas es proteger la fauna ictícola.
“Esto se da en la zona de la Patagonia, se da en Chile, se viene trabajando fuertemente y articuladamente con distintas instituciones para que este alga no acceda a otras cuencas; hoy la tenemos presente en la cuenca del arroyo grande, en Manzano Histórico”, advirtió y agregó que “la forma en que este alga se expande es a través de todos aquellos elementos que están en contacto con el agua que está contaminada con este alga”, como puede ser una embarcación, una bota de vadeo u otros artículos que la toquen. Es que “este alga puede estar en una bota de vadeo hasta 40 días después de haber estado en contacto con el agua”, lo cual se repite por ejemplo, en una embarcación. Es por eso que se pide responsabilidad a las personas, y llevar a cabo las tareas de limpieza adecuadas para evitar el traslado de esas algas a las cuencas sanrafaelinas.